El embarazo, en la inmensa mayoría de los casos, es una fuente de felicidad inmensa: ¡nuestro bebé está en camino! Sin embargo, a la alegría de saber que un nuevo miembro de la familia está en camino, se le suma también cierto pesar por la cantidad de cosas que debemos dejar de hacer para tener un embarazo seguro. Hoy queremos plantearnos una pregunta: ¿se puede hacer cavitación estando embarazada?
Iremos directos al grano… La respuesta es un sonoro y rotundo «¡NO!», no se puede hacer cabitación durante el embarazo. Ojo con esto, porque hemos detectado que en algunos foros de Internet varias internautas dicen que sí se puede, toda una temeridad por su parte, porque puede ser algo peligroso tanto para la madre como para el bebé. Cualquier médico desacreditará a estas irresponsables internautas: la cavitación está prohibida durante el embarazo.
¿Por qué no se puede hacer cavitación estando embarazada?
Los especialistas lo dejan bien claro: las mujeres embarazadas no pueden hacer terapias de cavitación, ya que puede suponer un importante riesgo tanto para ellas como para los bebés que esperan. El feto podría ver interrumpido su crecimiento o incluso ser víctima de un aborto.
Los tratamientos de cavitación en casa (o en centros de belleza) se suelen realizar en varias partes del cuerpo (piernas, brazos, glúteos, etc.), pero es la que se practica en la zona del abdomen la que puede conportar más riesgo. Independientemente del nivel de riesgo, no se debe practicar cavitación en ningún área corporal en el caso de estar embarazada.
¿Y cuáles son los motivos por los que no se puede hacer cavitación estando embarazada? La razón principal es que la aplicación de ultrasonidos genera unas pequeñas cavidades o burbujas en el organismo para destruir las células de grasa, pero esa grasa es de esencial importancia para que el feto pueda desarrollarse de manera normal, por lo que no se debe eliminar del cuerpo. Además, tanto el mismo proceso como el drenaje posterior podrían llegar a ser fatales para la vida del bebé en camino.
Cavitación y embarazo: ¿qué dice la ley?
Si nos fijamos en lo que dicen las leyes, todos los profesionales del sector que se dediquen a realizar cualquier tipo de tratamiento que pueda suponer una amenaza o un riesgo para la vida o para la integridad física de una mujer embarazada o de su feto deben informar a la paciente de dichos riesgos y, de manera consecuente, negarse a llevar a cabo la terapia en cuestión.
Del mismo modo, las mujeres que están embarazdas o que piensen que pueden estarlo están obligadas a decirlo cuando los profesionales les adviertan sobre estas situaciones de peligro. De no hacerlo, se exponen a sufrir graves riesgos para su propia salud y la de sus futuros hijos.
En definitiva, la cavitación y el embarazo son incompatibles. No importa que poseas una máquina de cavitación en casa o que acudas a un centro con máquinas de cavitación profesionales… Por tanto, si estás pensando en someterte a este popular tratamiento de belleza para eliminar la grasa localizada en zonas concretas de tu anatomía, tendrás que hacerlo mientras no estés embarazada. De lo contrario, te arriesgas a tú y tu futuro hijo sufráis daños.
Me hice cavitación y no sabía que estaba embarazada
Si este es tu caso, lo primero es que no cunda el pánico. Lo siguiente que debes hacer es contactar de forma inmediata con un profesional, o sea tu ginecólogo, para que pueda observar si el feto está bien.
Con una ecografía, podrá descartar si hay algún problema o si el feto, la placenta o el útero han sufrido algún daño. De no ser así, puede que quiera programarte alguna ecografía en pocos días, o seguir adelante con el calendario programado para el control del embarazo.
De haber algún problema, ya tiene que ser el especialista el que determine la gravedad de él y el que te marque las pautas a seguir en el resto del embarazo.
Por regla general, desde MaquinasPresoterapia.com, desanconsejamos cualquier tratamiento de estética para embarazadas, sobre todo aquellos que afectan a la zona del abdomen.
Si aún así quieres hacerte un tratamiento facial para embarazadas el riesgo es menor, pero siempre debes tener el beneplácito de tu médico, ginecólogo o tu matrona.