¿Está contraindicado hacer cavitación durante la lactancia?

Existen varias contraindicaciones alrededor de los tratamientos de cavitación. No los pueden realizar aquellas personas que sufran alguna patología renal o hepática, alguna lesión cutáneo, que cuenten con un marcapasos o placa de metal, o las mujeres que estén embarazadas.

Hay otra cuestión al respecto del embarazo que es objeto de un agrio debate entre los propios profesionales del sector: ¿se puede hacer cavitación durante la lactancia? Esta pregunta lleva años enfrentando a los entendidos de este mundillo y a los médicos. Por tanto, si tienes una máquina de cavitación en casa o sueles a cudir a centros de estética para usar máquinas de cavitación profesionales, y estás en proceso de lactancia, te interesa leer este artículo.

¿Puedo hacer cavitación durante la lactancia?

Sabiendo que no se puede realizar durante el embarazo, muchas mujeres están deseosas de dar a luz para poder realizar tratamientos de cavitación con el fin de recuperar su figura. Sin embargo se topan con una noticia inesperada: la mayoría de profesionales del sector opinan que no se puede hacer cavitación durante la lactancia.

Y eso que muchos dicen que la cavitación, junto con la criolipólisis y la radiofrecuencia, pertenece al grupo de los llamados tratamientos de modelado corporal no quirúrgicos o de lipoescultura sin cirugía, y que, por tanto, no provoca efectos secundarios de carácter nocivo, no altera los tejidos circundantes de la zona tratada, ni cambia la composición lipídica del plasma sanguíneo, es presumible que tampoco afectará a la composición de la leche materna.

cavitación beneficios

Al no ser una terapia que se ingiera o que traspase la piel a través de cremas u otras sustancias, no se considera especialmente peligrosa. Sin embargo, repetimos que la mayoría de profesionales del sector y del ámbito médico desanconsejan tajantemente su realización durante la etapa de la lactancia.

¿Y por qué no se puede hacer cavitación durante la lactancia? El principal motivo que esgrimen las voces que se alzan en contra de este trartamiento se apoya en la necesidad de acumulación de cierta grasa de reserva que tienen las mujeres durante la lactancia. Y es que dicha grasa hace las veces de «combustible» para la creación de la leche. Si la cavitación elimina de forma artificial esas reservas de tejido adiposo (grasa), es muy probable que la generación de leche materna se vea afectada. Ello, como es lógico, supone también un claro perjuicio a la alimentación del bebé y a su salud.

También hay que señalar que, en caso de seguir adelante y de realizar el tratamiento de cavitación durante el proceso de lactancia, dicho tratamiento será menos efectivo y necesitará de muchas más sesiones. La razón es que, al necesitar las mujeres su grasa para la creación de la leche materna, no se pueden someter a las dietas que tradicionalmente complementan las terapias de cavitación, por lo que los resultados tardarán mucho más en llegar.

En definitiva, hemos de decir que lo más recomendable y seguro es esperar un tiempo hasta que finalice el proceso de lactancia para poder somernos a una tratamiento de cavitación. Además, con este tiempo extra, también le estamos dando a nuestro cuerpo más margen para que pueda regresar a su forma y volumen original por sí mismo, al mismo tiempo que se regula el metabolismo.

Otra recomendación muy importante es la de acudir, antes de tomar cualquier decisión sobre el tema, a nuestro médico personal. Pues él podrá asesorarnos con más criterio sobre lo que podemos o no podemos hacer y cuándo hacerlo o no hacerlo.

Cavitación, radiofrecuencia y lactancia

La radiofrecuencia corporal te servirá para lo mismo que la cavitación, o sea, para la eliminación de la grasa localizada.

Es cierto que con la radiofrecuencia, además se aumenta la producción de colágeno y con ello se mejora mucho la firmeza de la piel. Pero el uso principal de este tratamiento en el cuerpo, es el de la eliminación de la grasa.

Es por ello que, al igual que hemos indicado que no aconsejamos la cavitación en este maravilloso periodo de la vida, tampoco aconsejamos la radiofrecuencia durante la lactancia.

Es más, la combinación de ambos tratamientos médico estéticos, el de la radiofrecuencia corporal y la cavitación, tendrán resultados más fuertes e importantes, por lo que la reducción de grasa en la leche del bebé será mayor y este, seguramente, se quede con hambre después de cada toma.

Otra cosa es la de hacerse radiofrecuencia facial durante la lactancia, en este caso lo que se consigue es la mejora de la piel del rostro, pero no afecta a la grasa corporal. Es por ello que, a no ser que tu especialista o tu médico te diga lo contrario, no le vemos inconvenientes a hacer uso de este tratamiento maravilloso para tu rostro.

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