Presoterapia con infrarrojos

Los avances tecnológicos y las investigaciones científicas están logrando que, cada día que pasa, aprezcan nuevos y revolucionarios tratamientos relacionados con la salud y la belleza. Técnicas innovadoras que consiguen excelentes resultados en un corto período de tiempo. Un buen ejemplo de la aparición de estas sorprendentes terapias lo encontramos en los tratamientos de presoterapia con infrarrojos.

Sí, sí, has leído bien: lo que hasta ahora eran dos técnicas completamente independientes destinadas a la mejora de la circulación de los pacientes, se han fusionado dando como resultado una nueva técnica capaz de proporcionar mayores beneficios y en un espacio de tiempo significativamente menor.

Presoterapia con infrarrojos: para qué sirve

¿Para qué sirve la presoterapia con infrarrojos? Esta es la primera pregunta que se nos viene a la cabeza después de oír hablar de esa técnica.

Pues bien, como ya nos podíamos imaginar, la IPRESS o presoterapia con infrarrojos es una combinación de dos tratamientos que ya conocemos, como son la propia presoterapia y las sesiones de calor mediante lámparas de infrarrojos. Se podría decir sin riesgo de equivocarnos que la presoterapia con infrarrojos fusiona ambas técnicas para obtener mejores resultados.

Mientras que la presoterapia ejerce una presión controlada mediante cámaras de aire sobre determinadas partes de cuerpo para favorecer la circulación y el drenaje linfático, la exposición a los rayos infrarrojos contribuye a reducir las medidas corporales gracias al calor que proporciona esta terapia.

Ya sabemos de sobras qué es la presoterapia, ya que esta web está dedicada a ella, pero quizás no estemos tan familiarizados con el concepto de la terapia de calor por infrarrojos…

Te diremos que los infrarrojos son una luz que, aunque no podemos ver, percibimos como calor. Por ejemplo, de todas las emisiones del Sol, más de la mitad son energías de radiación infrarroja. Esta energía o calor infrarrojo puede penetrar las sustancias orgánicas (como nuestro cuerpo), pero sin calentar el aire que se encuentra en medio. Justo así funcionan los tratamientos de infrarrojos creados por el hombre, insuflando calor a nuestro organismo, mediante este mismo tipo de luz invisible.

Presoterapia con infrarrojos: beneficios

Ahora que ya sabemos qué es la presoterapia con infrarrojos y para qué sirve, un nuevo interrogante aparece ante nosotros. Uno que nos lleva a plantearnos la viabilidad de este tratamiento: ¿cuáles son los beneficios de la presoterapia con infrarrojos?

Antes de nada, hay que aclarar cómo funciona la presoterapia con infrarrojos, para comprender mejor sus beneficios. La radiación infrarroja provoca resonancia en las moléculas de agua, haciendo que estas se activen e ionicen. Y es por esta acción que se le atribuyen numerosos beneficios para la salud y la belleza.

Entre los beneficiosos efectos de la presoterapia por infrarrojos, podemos destacar los siguientes:

• Aumento de la circulación sanguínea, sin sobreejercitar el corazón.
• Incremento de los niveles de oxígeno en la sangre.
• Estimula la producción de colágeno en el cuerpo.
• Libera las toxinas a través del sudor.
• Potencia el sistema inmune.
• Mejora la salud cardiovascular.
• Reduce el tiempo de recuperación en lesiones de tejidos blandos.
• Ayuda a curar heridas y cortes.
• Suaviza la textura de la piel, reduciendo la aspereza y disminuyendo el tamaño de los poros.

Aplicaciones de la presoterapia con infrarrojos

Presoterapia e infrarrojos… ¿Por qué cada vez hay más gente que se apunta a tratamientos con esta técnica? ¿Cuáles son los objetivos que quieren conseguir los usuarios que se someten a estas prácticas en las máquinas de presoterapia profesionales de los centros de belleza?

Para dar con las respuestas, nada mejor que conocer los principales usos de la presoterapia con infrarrojos. De esta forma, veremos los motivos de su popularidad entre la población de nuestro país:

• Mejorar el drenaje linfático.
• Mantenimiento óptimo de la circulación de retorno.
• Prevenir varices y trombosis.
• Ayudar a eliminar el cansancio en el tren inferior y la retención de líquidos.
• Combatir la celulitis.
• Prevenir la obesidad.
• Facilitar una desintoxicación general.
• Eliminar linfodemas y edemas de tipo venoso.
• Facilitar los post-operatorios.
• Realizar cuidados tras operaciones de cirugía estética.
• Tratar post-parto.
• Servir de complemento a los tratamientos de cavitación.

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Si quieres conocer las contraindicaciones de la presoterapia,no dudes en consulta nuestro artículo donde hablamos de ello.

Presoterapia con infrarrojos y electroestimulación

Si la unión de dos técnicas en un único tratamiento ya nos han parecido el «no va más», espera a que se sume un tercer invitado a la fiesta. Eso debieron pensar las mentes detrás de los tratamientos de presoterapia con infrarrojos y electroestimulación.

Si el concepto de electroestimulación no te suena, te diremos que se trata de una técnica concebida para ejercitar los músculos, mediante un sistema de pulsos eléctricos para contraer diversos grupos musculares. Muchos deportistas utilizan esta técnica para entrenar (puede ser incluso mejor que una sesión de entrenamiento físico convencional, ya que no se sobrecargan las articulaciones, al ser movimientos musculares involuntarios), pero también se sirven de ella para recuperar en un corto período de tiempo las secuelas del ejercicio tradicional.

La electroestimulación puede ofrecer diferentes resultados, en función de la frecuencia utilizada. Por ejemplo:

• Con frecuencias muy bajas (inferiores a 10 Hz), aumentaremos la circulación sanguínea, lo que a su vez tendrá un efecto descontracturante y relajante. Nos servirá para aumentar la secreción de endorfinas.
• Las frecuencias bajas (en el rango de 10 y 35 Hz), activan las fibras lentas (de metabolismo aeróbico) del músculo que se esté ejercitando.
• Con frecuencias de grado intermedio (entre 30 y 50 Hz), se consigue una contracción de las fibras musculares de tipo mixto (equivalentes al ejercicio aeróbico-anaeróbico).
• Finalmente, con frecuencias altas (superiores a los 50 Hz), lograremos activar las fibras musculares rápidas, que son las que normalmente intervienen en los ejercicios de muy alta intensidad.

Si sumamos todos estos beneficios a los que ya consiguen de por sí la presoterapia y los infrarrojos, veremos que, efectivamente, esta técnica es el «no va más».

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