Con el paso de los años, van proliferando más y más técnicas dirigidas al ámbito de la belleza y de la salud. Este aumento en el número de tratamientos no solo repercute en una mayor oferta en cuanto a las posibilidades que se le presentan al usuario o paciente, sino también en la aparición de ciertas dudas sobre qué tratamiento es mejor. En este artículo, trataremos de arrojar un poco de luz sobre una de las preguntas más recurrentes en la actualidad: ¿qué es más recomendable, la presoterapia o el drenaje linfático?
Y es que estas dos técnicas, al guardar ciertas similitudes, suelen generar algunos acalorados debates sobre cuál de ellas es mejor. ¿Sirven para adelgazar? En los siguientes párrafos, hablaremos de qué aporta cada una de ellas y qué posibles contraindicaciones pueden tener, para que todos podamos elegir con criterio entre presoterapia o drenaje manual. ¿Nos acompañas?
📋 Índice de Contenidos
Presoterapia o drenaje linfático
Si eres un lector asiduo de nuestra web, seguro que ya has revisado algunos de nuestros artículos y conoces a la perfección para qué sirve la presoterapia. Sin embargo, la técnica del drenaje linfático es algo menos conocida para el usuario de a pie, por lo que vamos a condensarte una serie de apuntes básicos sobre este tratamiento.
Empezaremos por lo básico: ¿qué es el drenaje linfático? Siendo escuetos, te diremos que se trata de una técnica cuya función principal es eliminar el líquido acumulado entre las células y los desechos metabólicos.
En nuestro cuerpo, tenemos una compleja red de vasos y conductos por la que circulan diferentes fluidos, que son los encargados de alejar las toxinas de las células sanas con el objetivo de ayudar a combatir las infecciones y los virus. Este sistema de vasos es lo que se conoce comúnmente como «sistema linfático».
¿Y para qué sirve el drenaje linfático? Pues, como el sistema linfático no dispone de un mecanismo de bombeo de los mencionados fluidos, esta técnica se suele aplicar para ayudar al sistema a trabajar de forma más fácil y eficaz.
El drenaje linfático es un tratamiento que se engloba en el campo de la fisioterapia aplicada a la estética. Es decir, es una especie de masaje orientado a movilizar los líquidos del organismo para favorecer las eliminación de las sustancias de desecho que se acumulan entre las células.
Aplicaciones del drenaje linfático
Decir que el drenaje linfático se utiliza para eliminar el líquido acumulado entre las células y los desechos metabólicos puede sonarnos a chino si no estamos muy familiarizados con estos términos y tecnicismos, ¿verdad? Por eso, queremos ofrecerte un pequeño listado con algunos puntos importantes que resumen para qué se usa el drenaje linfático:
- Estimular la regeneración de tejidos.
- Mejorar el sistema inmunológico.
- Relajar zonas de nuestro cuerpo.
- Calmar algunos dolores.
- Combatir la celulitis.
- Ayudar a eliminar la grasa localizada.
- Mejorar la acción antiinflamatoria de nuestro cuerpo.
Adelgazar con el drenaje linfático
Aunque, como acabamos de ver, sus propiedades son muchas y variadas, el principal reclamo de este tratamiento es la posibilidad que nos brinda de poder adelgazar, ayudándonos a eliminar grasa y reduciendo la celulitis. Y es que todos preferimos recibir unas cuantas sesiones de masajes, en vez de tener que someternos a una estricta dieta o a unas jornadas maratonianas de ejercicios (aunque, desde MáquinasPresoterapia.com, siempre abogamos por una alimentación saludable y un estilo de vida activo que rehuya del sedentarismo).
¿Y cómo se puede perder peso con el drenaje linfático? Recordemos que esta técnica está encaminada a eliminar líquidos y toxinas que se acumulan en nuestro organismo, por lo que, una vez que hemos conseguido reducir esos líquidos y toxinas, notamos una visible reducción de las medidas de nuestro contorno corporal.
Hay que señalar, no obstante, que el drenaje linfático no elimina la grasa por sí mismo, ya que ni el sistema linfático ni los riñones tienen la capacidad de filtrar las grasas. Es cierto que esta técnica puede contribuir a reducir la grasa localizada en diferentes zonas de nuestra anatomía, pero no se trata de una «solución mágica» con la que nuestros cuerpos parecerán los de los modelos profesionales. Recuerda que, para quemar grasa, lo mejor es potenciar nuestra masa muscular, ya que así aumentaremos el gasto calórico y, por ende, perderemos peso más rápidamente.
Beneficios del drenaje linfático
Este tratamiento está ganando mucha popularidad entre las personas asiduas a los centros de belleza. El motivo es obvio: se trata de una técnica sencilla e indolora que puede aportar múltiples beneficios. A continuación, puedes comprobar algunas de las ventajas del drenaje linfático como tratamiento de salud y belleza:
- Reactiva la circulación linfática y ayuda a eliminar el exceso de líquidos y sustancias de desecho del organismo.
- Reduce la inflamación derivada de la retención de líquidos, regulando el tono muscular.
- Contribuye a mejorar las defensas del organismo, ya que facilita la función de los ganglios linfáticos.
- Mejora el aspecto de la piel y combate algunas afecciones cutáneas como la celulitis y el acné.
- Tiene un notable efecto analgésico, por lo que es un tratamiento muy extendido para combatir dolencias como la fibromialgia.
- Proporciona un efecto relajante en el sistema nervioso, lo que aliviará cuadros de estrés y ansiedad. Además, también es eficaz contra los efectos de patologías como las migrañas o el vértigo.
- Mejora la circulación sanguínea, lo que contribuye a combatir los problemas derivados de la mala circulación, como las varices.
- Estimula la función renal.
Contraindicaciones del drenaje linfático
Como acabamos de ver, los beneficios de este tratamiento son muchos y muy atractivos. Sin embargo, eso no quiere decir que no existan ciertas contraindicaciones que hagan que, en según qué circunstancias, esta técnica no sea la más recomendable.
Bajo estas líneas, te enumeramos algunos casos en los que no es aconsejable recurrir a la técnica del drenaje linfático:
- Infecciones agudas: mejorar la circulación de la linfa podría ayudar a que la infección se propagase por el organismo más rápidamente.
- Flebitis y trombosis.
- Insuficiencia cardíaca: con el drenaje linfático se exige un mayor esfuerzo cardíaco, algo poco recomendable cuando se sufren casos de insuficiencia.
- Hipotensión arterial: después de una sesión de drenaje linfático, la presión arterial baja, por lo que no se recomienda esta técnica en casos previos de hipotensión.
- Inflamaciones agudas.
- Hipertiroidismo: aplicando masajes sobre la glándula tiroides, se multiplica el riesgo de estimular su acción, empeorando el estado de esta patología.
- Asma y bronquitis asmática aguda: debido a su efecto estimulante sobre el nervio neumogástrico, el drenaje linfático puede provocar la aparición de crisis y episodios asmáticos en personas que sufran bronquitis o asma.
- Edemas linfodinámicos y desnutrición.
- Dermatitis y eccemas agudos.
- Tumores malignos.
- Síndrome del seno carotídeo: las personas afectadas por esta patología sufren una hipersensibilidad del seno carotídeo que hace que su estimulación cause grandes cambios en la frecuencia cardíaca y en la presión arterial, por lo que esta técnica no es recomendable en dichos casos.
Si sufres algunas de estas dolencias o afecciones, no debes someterte a terapias de drenaje linfático. En cualquier caso, nuestra recomendación es que siempre consultes con tu médico personal, ya que él, mejor que nadie, podrá decirte qué te conviene y qué no.
Presoterapia o drenaje manual
Ahora que acabamos de conocer todos los puntos importantes relacionados con el drenaje linfático (qué es, para qué sirve, cuáles son sus beneficios y cuáles son sus contraindicaciones), toca sacar nuestras propias conclusiones sobre si esta técnica es mejor o no que la presoterapia.
¿Quién crees que ganaría en el enfrentamiento «Presoterapia VS Drenaje Linfático«? Lo cierto es que no hay un vencedor claro, ya que, aunque ambas técnicas tienen sus puntos fuertes y débiles, hay que decir que las diferencias que presentan entre sí hacen que, según las circunstancias de un determinado individuo, pueda ser más recomendable la presoterapia, mientras que, según las circunstancias de otra persona, sea el drenaje linfático la opción más recomendable.
Diferencias entre presoterapia y drenaje linfático
Para finalizar este artículo, te vamos a resumir algunas de las diferencias entre el drenaje linfático y la presoterapia. De esta forma, podrás hacerte una idea preliminar sobre cuál de estos dos tratamientos es mejor para tu situación personal.
Una de las principales divergencias entre ambas técnicas reside en la necesidad de contar con un profesional cualificado (por ejemplo, un fisioterapeuta o un quiromasajista) para realizar un drenaje linfático; mientras que la presoterapia se basa en el uso ciertos aparatos adaptados (para pies, para brazos, o incluso para ojos.) que puede usar el propio individuo en casa (si se trata de equipos de presoterapia domésticos) o en centros especializados (si se trata de equipos de presoterapia profesionales).
El drenaje linfático está más indicado para personas débiles o con un cierto estado de fragilidad, ya que esta técnica presenta una intensidad notablemente menor que la de la presoterapia.
Otro aspecto importante es que, a diferencia de la presoterapia, el drenaje linfático no solo es un tratamiento con fines estéticos, sino que también puede realizarse con fines médicos. Por ello, debemos reiterar la importancia de realizarlo con personal especializado y con conocimientos de anatomía, fisiología y patología linfática. En estos casos, la presoterapia podría considerarse como un complemento al drenaje linfático manual.